EL MURO DE LOS TORMENTOS

Cualquiera me puede acusar de anti-marxista. Pero, en realidad, no lo soy. De hecho, el marxismo tiene su cosas muy buenas como, por ejemplo, el "materialismo histórico" que es una herramienta de análisis histórico, la cual es realmente fascinante. Lo que si soy es anti-praxis POLITICA/ECONOMICA marxista. El marxismo, en sus varias variantes (y sobre todo las stalinista y leninista), ha demostrado repetidamente su incapacidad y su fracaso como teoría y praxis política y como sistema económico. Ya han tenido suficientes oportunidades de ponerla en práctica y el fracaso, más allá de cualquier duda, ha sido estrepitoso. ¿Razones? Las hay y en abundancia, pero ninguna es de recibo (y mucho menos de análisis racional y científico) para ningún marxista convencido y enquistado ferozmente en su pétrea visión del mundo, esa ilusión ideológica y filosófica que se resiste a morir ante las apabullantes pruebas históricas que contradicen una ideología que, incontestablemente, ha demostrad

La Coca Cola ha sido la misma desde que fue inventada allá por la década de los 80s del siglo XIX. A lo largo de los años lo que ha cambiado ha sido su presentación, pero su esencia, basicamente, ha sido la misma desde sus inicios. La Coca Cola, sin duda alguna, ha sido un logro extraordinario de la química, pero sobre todo, de la publicidad. En Política no solo cambia la imagen, cambian las ideas porque con lo que lidiamos es con seres humanos, no con fórmulas químicas. La Política es, en su más básica definición, el proceso por el cual una sociedad elige la forma y reglas que la gobiernan. Y ello NO es, bajo ninguna circunstancia, una fórmula química inalterable. Es, incuestionablemente, un proceso evolutivo. Porque la Política, como las sociedades, evoluciona constantemente. El enfocar una campaña política como si fuese una campaña publicitaria de la Coca Cola no es solo desvirtuar esta humana y noble actividad, sino que es trivializar el sentido más íntimo de la condición humana: