LA POLITICA Y LA PROPAGANDA

La Coca Cola ha sido la misma desde que fue inventada allá por la década de los 80s del siglo XIX. A lo largo de los años lo que ha cambiado ha sido su presentación, pero su esencia, basicamente, ha sido la misma desde sus inicios. La Coca Cola, sin duda alguna, ha sido un logro extraordinario de la química, pero sobre todo, de la publicidad.

En Política no solo cambia la imagen, cambian las ideas porque con lo que lidiamos es con seres humanos, no con fórmulas químicas. La Política es, en su más básica definición, el proceso por el cual una sociedad elige la forma y reglas que la gobiernan. Y ello NO es, bajo ninguna circunstancia, una fórmula química inalterable. Es, incuestionablemente, un proceso evolutivo. Porque la Política, como las sociedades, evoluciona constantemente.

El enfocar una campaña política como si fuese una campaña publicitaria de la Coca Cola no es solo desvirtuar esta humana y noble actividad, sino que es trivializar el sentido más íntimo de la condición humana: su ineludible necesidad de convivir y construirse a si misma en sociedad. No se puede someter la naturaleza humana a semejante e irresponsable reduccionismo.

No me opongo a la publicidad en campañas políticas, pero si discrepo a la intensionalidad de la misma cuando, al masificar el producto (el candidato), manipula, relega y hasta ignora flagrantemente el mensaje. La sociedad necesita de ambos pero, sobre todo, necesita de propuestas inteligentes no del ABUSO de los slogans propagandísticos.

Supongo que mercadear propuestas inteligentes es extremadamente difícil. Es más fácil decir "no más colas en la Caja" y, con ello, provocar una reacción totalmente emotiva a favor de un candidato, que decir "someteremos a la CCSS a una profunda reforma estructural, tecnológica y financiera que siente las bases de un servicio ágil y de calidad que es esencial para la ciudadanía y, para lograrlo, proponemos al electorado nacional las siguientes ideas..."

Lo primero cabe en una valla publicitaria y vende. El segundo no lo considera importante un mercadólogo a quien solo le interesa vender de forma masiva su producto: o sea, el candidato.

¡El ser humano reducido a la dignidad de una Coca Cola!

Lea una valla publicitaria "Y DESTAPA TU FELICIDAD".