AÑORO LA COSTA RICA DE ANTES, PERO...


En los últimos - digamos - 30 años, el mundo ha evolucionado y cambiado radicalmente. Y continuará evolucionando y, por supuesto, cambiando aún más en la era que se avecina post pandemia, post guerra Rusia-Ucrania y sus implicaciones, post crisis energética y post tormenta económica que nos ha azotado estos últimos 3 años y contando.
Vendrán otros conflictos que han estado surgiendo con el reacomodo en curso de los ejes de poder geopolítico y geoeconómico, y que sin discusión habrán de generar confrontaciones en zonas claves del planeta. Este proceso habrá de cambiar aún más el mundo que ayer conocimos, y del que hoy estamos atestiguando sus últimos vestigios. El 31 de diciembre del 2019 la humanidad le dijo adiós a una época que NUNCA habrá de volver y, a partir de esa fecha, nos sumerjimos irremediablemente en un calamitoso proceso de parto global. No me cabe la menor duda de que una nueva era está siendo gestada y está pronta a ser parida. Para bien o para mal, este proceso es una ley histórica. Y Costa Rica debe de evolucionar con el mundo. Esto es un imperativo ineludible. Y es por ello que debemos de ser y estar absolutamente conscientes de que ya no es posible regresar a la Costa Rica que muchos extrañan y añoran, INCLUYÉNDOME, con sentida y genuina nostalgia. Esto no quiere decir que todo lo actual sea o deba de ser negativo, o que todo está perdido, o que todo debe de ser re-escrito o destruido hasta las cenizas. Significa que esas sólidas raíces que heredamos de nuestro proceso histórico como Estado y como sociedad, deben de ser la base sobre la que se aferre y cimiente la Costa Rica que queremos hoy y la de las futuras generaciones. Una Costa Rica que se adapte al vertiginoso huracán de cambios que se ha apoderado del planeta y que logre prevalecer, pero preservando nuestra identidad como nación, y progresar. Una Costa Rica que ya NO volverá a ser la del pasado ni la de la añoranza, sino la Costa Rica que respete su historia y su herencia; y que se construya, evolucione y se desarrolle en función de las exigencias de un mundo moderno y, por algunos años por venir, caótico. Como país debemos de pensar en las futuras generaciones, no en las pequeñeces que hoy nos dividen. ¡Este mundo, nuestro mundo, y su historia demuestran fehacientemente que a los rezagados nadie los espera! ¡Ese mismo mundo que a muchos hoy, al menos de mi generación, nos entristece y hasta condenamos, pero que muchos también vemos - y Costa Rica debe hacerlo - como un desafío y una oportunidad que debemos de aprovechar!  
Así que... ¡MANOS A LA OBRA!

Comments

Popular posts from this blog

CONFESIONES DE UN POLICIA MILITAR COSTARRICENSE

LA IMPORTANCIA DE LOS IMPUESTOS

¿CERRO DON JOSE MARIA FIGUERES EL FERROCARRIL?