EL MURO DE LOS TORMENTOS

El pueblo necesita un chivo expiatorio cuando se convence de que está siendo afectado o abusado. Y la verdad sea dicha, el aumento en el costo de los combustibles que ha venido sufriendo el país a lo largo de los últimos 10 años, solo para escoger un periodo para análisis, definitivamente afecta a la totalidad del país, y de forma – por demás está decirlo – muy severa y claramente abusiva. La afectación, que se ha venido acumulando, es generalizada; y es obvio que la institución monopolista que se encarga de la importación y distribución de los combustibles y es por ley el recolector del impuesto único a los combustibles, sea el foco de esa ira. Pero... RECOPE no es enteramente culpable. Es culpable de muchísimas cosas, pero del precio de los combustibles NO lo es tanto como quisiéramos hacer ver o creer. Y con esta aseveración no quiero que se mal entienda que estoy defendiendo a esa institución. Nada más lejos de la verdad. Creo que RECOPE es importante y debe de ser reformada, moder

No lo soy porque, simplemente, tengo FE; entendida esta como creencia y con la cual se llena la vida de esperanza y conocimiento. Tengo FE porque, como decía Kant, la razón pura no puede probar ni la existencia de Dios ni la inmortalidad, como tampoco puede probar su imposibilidad. Y el pragmatismo inherente a la razón, que es por el cual vivimos e interactuamos unos con otros y con la realidad que nos rodea y descubrimos, me indica que tengo una conciencia que me hace distinguir entre el bien y el mal, entre lo justo y lo injusto y, específicamente, entre creer y no creer. Esto por cuanto, solo un ser racional es capaz de creer o no creer, de ser creyente o ateo. Y solo un ser racional es capaz de entender que su imperativo moral es ser todo lo bueno que le sea posible pues, con ello y en ello, se fomenta y justifica el bien común supremo de la humanidad. Pero, si solo un ser racional es capaz de creer o no creer, como es posible entonces, que existamos gente que creemos? Si observa

No tengo ninguna intención de sonar como crítico irresponsable ante los extremados, y extenuantes, comentarios surgidos a raíz de la discusión del empréstito chino para la ampliación de la Ruta 32 (desde Rio Frío hasta Puerto Limón - 107 Kilómetros). Es importante respetar las opiniones de aquellos que aconsejan prudencia como de aquellos que se oponen a ultranza solo porque "huele a chop suey". Pero, como dice el viejo adagio "Ni tanto que queme el Santo ni tampoco que no lo alumbre". El asunto de fondo es sencillo: al país hay que ponerlo a caminar, aunque sea en muletas, pero hay que ponerlo a caminar de forma urgente. O sea YA... porque mañana es tarde. Y es que todo proyecto conlleva riesgos y éste en particular no está exento de ellos. En realidad, ninguna empresa iniciada por humana decisión puede considerarse libre de riesgo o de riesgo cero. Siempre hay riesgos. Pero hay formas de minimizarlos y uno de ellos es la supervisión RESPONSABLE, tanto de organizac

El conflicto entre Rusia y Ucrania, el que ha venido desarrollándose en estos últimos meses y que, al momento de escribir este artículo, está en plena ejecución con la invasión de Rusia a territorio ucraniano, no es el producto fortuito de los delirios de un sicópata autoritario, sino el resultado de hechos y rezagos históricos que hunden sus raíces en el siglo XV, en el Imperio Otomano, la I y II Guerra Mundial, en la Guerra Fría, en la caída de la URSS y en la agresiva intención de la OTAN de expandirse hacia el este de Europa, pero sobre todo, a la torpe lectura no solo de la historia sino - y aún más preocupante - a la falta de acción y visión de varios de los actores principales y en particular Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania. No me voy a extender analizando los pormenores históricos contenidos en cada uno de esos periodos. Solamente, y de forma muy somera, a la década de los 90s y, de ahí, a partir del 2008, año en el cual se suscita el momento disyuntivo desde

Un artículito que recién publiqué provocó reacciones que, por su naturaleza, prueban lo que en el mismo afirmo. Lean los comentarios para que se den cuenta. En todo caso, y aprovechando la oportunidad, trataré de ampliar sobre las razones que me hicieron escribirlo. 1- Nadie, absolutamente nadie, me va a convencer que un partido que basa su campaña en "manos limpias" y enfatizando valores y principios que, en última instancia, son universales y no son propiedad exclusiva de ninguna religión en particular o de ningún sistema ético/moral específico, sea de ipso facto un paladín y solución a priori contra lo que muchos siguen considerando como nuestro principal problema nacional: la corrupción. Para que estemos claros, voy a traer a colación dos casos recientes que sustentan mi afirmación: Caso 1: La campaña electoral del cómico y pastor protestante neopentecostal guatemalteco, Jimmy Morales, es prácticamente igual a la que ahora esboza Fabricio Alvarado. Lucha contra la corrupc