LA COSTA RICA PROFUNDA

Un artículito que recién publiqué provocó reacciones que, por su naturaleza, prueban lo que en el mismo afirmo. Lean los comentarios para que se den cuenta. En todo caso, y aprovechando la oportunidad, trataré de ampliar sobre las razones que me hicieron escribirlo.

1- Nadie, absolutamente nadie, me va a convencer que un partido que basa su campaña en "manos limpias" y enfatizando valores y principios que, en última instancia, son universales y no son propiedad exclusiva de ninguna religión en particular o de ningún sistema ético/moral específico, sea de ipso facto un paladín y solución a priori contra lo que muchos siguen considerando como nuestro principal problema nacional: la corrupción.

Para que estemos claros, voy a traer a colación dos casos recientes que sustentan mi afirmación: Caso 1: La campaña electoral del cómico y pastor protestante neopentecostal guatemalteco, Jimmy Morales, es prácticamente igual a la que ahora esboza Fabricio Alvarado. Lucha contra la corrupción basado en la honestidad, en la transparencia, en la defensa de la familia "tradicional" y en principios y valores éticos y morales generales e indefinidos. Y ese gobierno guatemalteco es uno de los más corruptos de ese país en los útimos 50 años, superado (caso 2) unicamente por otro que tuvo en el ex-general y pastor evangélico Efrain Rios Montt como presidente, condenado por corrupto pero, sobre todo, por genocida. Así que, detengámonos por un momento y pensemos: no hay garantía absoluta de que Fabricio Alvarado vaya a limpiar o extirpar la corrupción que, como cáncer en metástasis, nos ha invadido toda nuestra institucionalidad democrática y HASTA empresarial. Es, en el mejor de los casos y si gana las elecciones, una apuesta riesgosa que nos puede salir muy mal, como nos ha pasado con LGS o como le ha pasado a Guatemala, o nos puede salir, Dios lo permita, bien para beneficio del país. Es una moneda en el aire...

2- Nadie, absolutamente nadie, me va a convencer que darle el poder a un partido confesional con un candidato religioso confeso, sea una amenaza real y eminente contra nuestra democracia. Esas expresiones típicas de "Memorandum del Miedo" son, por decir lo menos, muestras de una desconfianza enfermiza en la idiosincrasia del costarricense. Y es, así mismo, un insulto a la histórica tradición democrática de nuestro pueblo. Este pueblo no es ni cobarde ni tonto... así que no nos dejemos engañar con esas patrañas.

3- A mi nadie, absolutamente nadie, me tiene que convencer de lo desastroso que ha sido esta administración PAC, de la cual he sido un crítico acérrimo desde su primer día al punto que, inclusive, llegué a acuñar aquella frase (parafraseando a Winston Churchil) de "Nunca tan pocos engañaron a tantos en tan corto tiempo". Así que es innecesario que nadie me recuerde esta realidad política, porque todavía me jacto de tener por lo menos dos dedos delante de mi nariz y reconocerlos como míos.

4- Esta campaña ha sido atípica de muchas formas, pero lo más atípico ha sido el mezclar la religión con política e, irresponsablemente, convertirla en tema central de todo el proceso electoral. Eso fue, por decirlo de alguna forma, una canallada para con el electorado, pero sobre todo, contra el país.

En todo caso, equivocados están quienes crean que el tico ES un ignorante. Y ya es hora de que aceptemos que hay un alto porcentaje de compatriotas y que existe otra Costa Rica a la que no le importa el entramado filosófico y académico del análisis político sino, lo más importante y realista, su preocupación primordial es si tendrán para COMER MAÑANA, o si tendrán oportunidad de poder educar dignamente a sus hijos, o si tendrán acceso a servicios de calidad, o si pueden evitar las presas, o si tendrán empleo, o si el alto costo de la vida habrá de mermar algún día, o si mejorará la seguridad de sus casas o vecindarios y si podrán deshacerse del temor de que los asalten o los asesinen... etc. Esa Costa Rica es la que define quien llega o quien no llega a la silla presidencial. Esa Costa Rica está ávida de ser considerada y de ser oída. Esa Costa Rica es la Costa Rica profunda y real. Y ya son 3 campañas políticas que se han definido por su descontento.

La gran mayoría de los ticos han sido empujados a votar en modo "protesta" porque están hartos de la hipocrecía, la falsedad, la corrupción y el descaro y abuso de la casta política. Y cualquiera que les ofrezca una alternativa para hacer valer su justificado enojo, lo tomarán y lo elevarán al olimpo del poder politico. Ahí tienen al historiador y politólogo en la casa de los sustos de Zapote como ejemplo, no solo por su aclamación, sino por su evidente fracaso y detestable engaño.

5- La intención que me ha movido desde que ingresé a Facebook y empecé a publicar artículos políticos, ya hace 8 años, ha sido el luchar a brazo partido contra el panfleterismo, el populismo y la politiquería; contra el mesianismo y el cacicazgo, denunciar la inmoralidad que significa el anteponer los intereses partidistas sobre los intereses de la Patria y condenar, con todo el arsenal que me permite mi léxico y pluma (sin caer en la chavacanería ni la vulgaridad) a los corruptos que han ofendido a mi país. Es por esta razón que he tratado, por todos los medios posibles, el comunicar mi pensamiento con la idea de que seamos ciudadanos críticos y votantes pensantes... no emocionales ni manipulables (y lo digo por experiencia pues también he caido en esa trampa nefasta). Queda mucho por hacer aún, y eso es más que obvio, pero no dejaré de seguir con mi lucha.

En síntesis, ese articulito era y ES un llamado de atención a que depongamos nuestros fanatismos emocionales, sean religiosos o no, para que analicemos bien las alternativas y para que entendamos que, por más que tengamos diferencias políticas hoy, mañana no podremos obviar que aquello que nos une como pueblo es mucho más cuantioso y supremamente más valioso. Es para que aprendamos a empoderarnos como ciudadanos y para que seamos críticos y vigilantes ante los abusos a los que hemos sido sometidos por tantos años. Para que seamos "luz" de nuestra Patria.

No tengamos temores porque somos un pueblo que, aunque me hayan criticado por decirlo, tenemos un destino manifiesto de ser ejemplo de paz, desarrollo, dignidad y libertad; y que es capaz de tomar en sus manos su destino cuando la historia así se lo ha exigido.

Y es con eso, con nosotros mismos y con nuestra determinanción, que debemos de contar a partir del 1 de Mayo del 2018, cuando sea juramentado el que será nuestro nuevo presidente hasta el 2022. Desde ese momento todos volveremos a ser costarricenses sin banderas; y todos debemos de ser la Costa Rica vigilante, la Costa Rica exigente, la Costa Rica profunda...