NO AL ABSTENCIONISMO

Primero unas consideraciones generales:


1- En Costa Rica es presidente el candidato que obtenga como mínimo el 40% de los votos válidamente emitidos en la primera ronda electoral. De no ser así, se convoca dos meses después a una segunda ronda electoral entre los dos candidatos más votados en la primera y el ganador será el que obtenga mayoría simple en dicha segunda ronda.


2- De acuerdo al artículo 93 constitucional “El sufragio es función cívica primordial y obligatoria…”


3- Para el tema de esta publicación, en este artículo Constitucional hay una palabra con un enorme peso específico: “OBLIGATORIA”. En el proceso electoral que tenemos en Costa Rica, y a pesar de que el voto es obligatorio ejercerlo, NO hay represalias contra aquellos que no lo hagan. O sea, el abstencionismo NO es punible a pesar de la obligatoriedad de votar estipulada en nuestra Constitución.


4- Los votos en blanco y nulos no cuentan como válidamente emitidos, así que NO se suman al ganador de la contienda electoral costarricense, ni en la primera ni en la segunda ronda. Cuentan, cuando mucho, como “protesta ciudadana”, lo cual es bastante ambiguo, y como elemento estadístico.

Para estas elecciones el Padrón Electoral nos dice que hay, en números redondos, 3.5 millones de costarricenses legalmente inscritos y habilitados para ejercer su voto. Al mismo tiempo, se ha calculado que el abstencionismo podría alcanzar hasta un 40%, o sea, 1.4 millones de ciudadanos no votarán o votarán nulo o en blanco. Esto implica que para el 6 de Febrero próximo ejercerán el voto VALIDO aproximadamente 2.1 millones de costarricenses.

5- De acuerdo a la ley, y repito, un candidato necesita como mínimo el 40% de los votos VALIDAMENTE emitidos en primera ronda para ser elegido presidente. En consecuencia, y después de restar el abstencionismo, ese porcentaje se traduce en 800 mil votos aproximadamente. O lo que es lo mismo, a un candidato le bastaría con...

¡Obtener los votos del 24% del total de ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral para ser electo presidente de Costa Rica!

Visto el panorama desde esta sencilla perspectiva aritmética, podríamos concluir que el peor enemigo de Costa Rica en estos momentos es el abstencionismo. Y, en una democracia como la nuestra, el abstencionismo generalmente implica, precisamente, desencanto con el sistema democrático y con su capacidad para solucionar los serios problemas políticos, económicos, fiscales y sociales de un país. Estoy convencido de que en Costa Rica éste es el caso o, por lo menos, es la razón primaria del mismo.

No obstante, y considerando lo crucial de estas elecciones por las razones que todos conocemos y que se han agudizado a medida que nos adentrábamos en la épocapandémica y al hecho de quela campaña ha entrado en su etapa final, el ejercer nuestro derecho al voto se convierte en un asunto de extrema importancia cívica y democrática. Estas elecciones son, incuestionablemente, de profunda relevancia para la historia que habremos de escribir los costarricenses a partir de este 2022. Y es por ello que la palabra “OBLIGATORIA”, plasmada en el artículo 93 Constitucional mencionado anteriormente, adquiere dimensiones críticas.

A pesar de que el ir a votar es una decisión personal, estamos en la OBLIGACION no solo legal sino, sobre todo, moral de ejercer ese derecho porque, al abstenernos del mismo, se lanza un mensaje nefasto: “estamos descontentos con nuestro sistema democrático al cual consideramos incapaz de solucionar los serios problemas del país, especialmente la corrupción”. O sea: estamos diciendo que hemos perdido la confianza en la democracia costarricense y en su institucionalidad. Algo así como "hemos tirado la toalla y con nostros no cuenten a no ser que se hagan cambios profundos que nos permitan recuperar esa confianza que nos ha sido arrebatada." Está claro que se requieren "cambios" profundos y urgentes, pero NO participar en el proceso político que tenemos y que está legitimado para hacerlos o, por lo mínimo proponerlos, no es la forma de lograrlos.

Es imperativo que entendamos que, en la actual encrucijada política que atraviesa el país, NO podemos dejar que una minoría (24%) decida por todos los costarricenses porque ello implica correr el eventual riesgo de permitir que el país caiga ya sea en el populismo, o en el autoritarismo, o en el mesianismo, o en manos de aquellos que promueven ideologías contrarios a nuestros valores democráticos. El abstencionismo nos puede llevar a zonas más peligrosas que aquellas sobre las cuales queremos o creemos estar protestando.

El país necesita de nuestra participación y ayuda para sacarlo del atolladero en el que ha caído. Así que informémonos, estudiemos y analicemos a los candidatos, sus propuestas, veamos sus fortalezas y debilidades, su liderazgo y carisma, sopesemos nuestro presente y el futuro que queremos y, además, hagamos patente que acá estamos prestos a defender y apoyar los urgentes cambios que nuestra democracia republicana exige. Despojémonos de fanatismos partidarios, de resentimientos y de politiquerías enajenantes. Digámosle a la Patria que cuenta con nosotros y demostrémoslo yendo este próximo 6 de Febrero o - si así fuese - el primer domingo de Abril a ejercer nuestra OBLIGACION MORAL con el sagrado derecho al voto.

¡Ayudémonos ayudando a Costa Rica y digámosle que creemos en ella!

Comments

Popular posts from this blog

CONFESIONES DE UN POLICIA MILITAR COSTARRICENSE

LA IMPORTANCIA DE LOS IMPUESTOS

¿CERRO DON JOSE MARIA FIGUERES EL FERROCARRIL?