La inflación está aquí. No hay duda de ello. No es necesario ya maquillar las cosas. Solo vayan a Pali o a la pulpería del barrio o al "super market del chino" para que lo comprueben. Y la inflación es el "impuesto" más regresivo y cruel que afecta a las clases más desfavorecidas. Esta es una realidad incontestable.
Y no es solo en Costa Rica. Es un síntoma global... y además, y como quien dice tras cuernos palos, la recesión es practicamente una realidad global también. O sea una alarmante disminución de la actividad comercial e industrial que conlleva un inevitable descenso o valor de los salarios y afecta directamente el empleo y la capacidad de compra de las personas . Solo observen el escalamiento vertiginoso de los precios de los combustibles y de ciertos productos básicos como el aceite para cocinar, el café, el azucar, etc.
Una débil recuperación post pandémica, una estulta actitud de "ladrar a las puertas de Rusia" (como dice el papa Francisco) por parte de los que se creen "dueños" del mundo, que llevó a la invasión de Ucrania; los cierres en China y una tendencia ya endémica a la disrupción de la cadena logística global han lanzado el planeta a esta crisis, tanto geopolítica como geoeconómica y militar.
Costa Rica tiene una economía minúscula que, de ningún modo, va a influenciar en el derrotero que se está apoderando del planeta. Por el contrario, será VICTIMA. La pregunta es:
¿Qué estamos haciendo para minimizar el impacto?
Simplemente NO he escuchado ninguna idea, propuesta o alternativa de cuál ha de ser nuestra ruta a seguir frente a este devenir que, más temprano que tarde, nos va a golpear. En este sentido, nada serio he escuchado o leído ni de parte de la administración entrante y, por supuesto, muchísimo menos de la saliente que ha venido observando el desarrollo de esta tormenta perfecta a lo largo de los últimos 2 años y, en particular, en los últimos 3 meses.
¿Está el país preparado para enfrentar la tormenta que se nos viene encima? En Julio del 2020 avisé la inevitable "crisis de los contenedores" (nadie escuchó) y ahora, con las hordas ante las puertas, es hora de que pongamos toda la atención en los serios problemas que enfrentaremos de forma inevitable. Y prepararnos lo mejor posible.
Posiblemente, y de nuevo, nadie va a querer escuchar.
Es sorprendente como se ha ido desarrollando esta situación, especialmente considerando lo sucedido con el conflicto Rusia-Ucrania. Hay un paralelismo escalofriante con lo sucedido durante el "siglo maldito", o sea el siglo XVII, durante la guerra de los 30 años. La historia, como ya he dicho, nos da lecciones y alternativas de soluciones a nuestros problemas, siempre y cuando la leamos con el cerebro y no con el corazón infecto de fanatismos y soberbia. Aquella vez la solución fue la Paz de Westfalia - que propulsó el predominio europeo del mundo los siguientes 3 siglos - basado en la realidad de que "ninguno era capaz de vencer a todos los demás". Y hoy, 2022, el escenario es literalmente igual, por lo que sería viable explorar el aplicar LA MISMA FILOSOFIA.
Pregunto de nuevo y esta vez en voz alta:
¿TENEMOS ALGUNA POLITICA O DIRECTRIZ QUE NOS PREPARE PARA ENFRENTAR EL SERIO PROBLEMA FINANCIERO, ECONOMICO, ENERGETICO Y FISCAL QUE SE ESTA APODERANDO DEL MUNDO?
La respuesta por el momento es, sencillamente, NO. Espero, sinceramente, estar equivocado, y que la administración entrante tenga planes de contingencia que ayude al país a enfrentar esta crisis que se nos viene encima.
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