EL PRECIO DE LOS COMBUSTIBLES... TIENEN QUE COMERSE LA BRONCA Y YA

Hay formas y hay formas de decir las cosas. Y esta NO es una forma de decirlas. O sea, aquellos que la andan pulseando día y noche, si quieren seguir "pulseándola", deben de someterse a lo dicho por el ministro de hacienda de esta nueva administración: “si yo soy un consumidor de combustible, debería estar dispuesto a asumir el costo que significa tener un vehículo”. Esta declaración es muy desafortunada y denota una preocupante falta de EMPATIA para con el pueblo costarricense. En estos momentos los precios de los combustibles están por los cielos, y seguirán aumentando, a lo cual se suma la inflación, que ya debe de rondar un 10% como mínimo, y que en conjunto están afectando de forma grosera a un pueblo ya bastante golpeado por las consecuencias – sociales, empresariales y económicas - de la pandemia.

El Estado, en un momento tan aciago como este, debe de actuar y actuar de inmediato, y sobre todo mostrar empatía para con la problemática que sufre su pueblo; y no salir con este tipo de declaraciones clásicas de un tecnócrata que, obviamente, no siente el impacto de las circunstancias tan apremiantes QUE SI están afectando a TODO el pueblo costarricense. Y, como quien dice "conmigo NO es la cosa y vean ustedes como se la arreglan", sale además con la preciosidad de "no estar dispuestos a una rebaja en el impuesto único de los combustibles, solo que se le indique cómo tapar el hueco fiscal que eso generaría". También agregó que "...el tema del impuesto único no es el problema, sino el aumento en el precio internacional". ¡El impuesto único NO es el problema! Es cierto que hay severas turbulencias a nivel global con el incremento de los precios del petróleo y sus derivados, agudizado por el conflicto Rusia - Ucrania, así como la endémica disrupción de la cadena logística global de suministros; pero decir que el impuesto único a los combustibles, que en estos momentos ronda el 39% (Colones 279.00/litro de gasolina super), no es el PROBLEMA es - por decir lo menos - una metida de pata descomunal. TODO lo que afecte el precio de los combustibles y lo incremente ES UN PROBLEMA. Y es un problema en extremo sensible por sus consecuencias inmediatas - en todos los niveles - del devenir del país.

Es un problema serio el hecho de que de ese 39%, el Estado se deje, sin estar explícitamente indicado en la ley, más del 70% de lo recaudado. Solo entre el 2010 y el 2020 el total recaudado por este impuesto fue Colones 4.7 BILLONES de Colones, de lo cual el Estado, o sea la caja única del Ministerio de Hacienda, se dejó 3.3 BILLONES de Colones (75%). Y también es un problema que cada 3 meses se tenga que ajustar, de acuerdo a esa ley 8114, el porcentaje del impuesto, en no más del 3%. O sea… tras de cuernos palos. ¿Quieren empezar a arreglar el problema? Bueno, como no tengo por costumbre criticar sin proponer soluciones, acá les dejo una cuantas ideas o sugerencias: 1- Eliminen de ipso facto de esa ley 8114 ese incremento o ajuste trimestral del porcentaje con un máximo del 3%. Esto es codicia fiscal y UNA VULGAR estafa al pueblo costarricense pues este incremento está ligado al Indice de Precios al Consumidor (IPC). 2- Cierren CONAVI y devuelvan sus actividades al MOPT, de donde nunca debieron de haber salido. Esto eliminaría de un plumazo un 29% de ese impuesto que se le asigna ANUALMENTE a esa desprestigiada institución. 3- Si no quieren proceder con el punto 2, entonces levanten la derogación indicada en el artículo 8 de esa ley 8114 y restablezcan al CONAVI lo que originalmente se legisló que le correspondía en abril de 1998, o sea el 15% no el 29% que dice la ley actualmente. Ya sabemos para lo que ha servido ese 29% en manos de CONAVI, que entre 2010 y 2020 significó 1.275 BILLONES de Colones. Solo basta con ver el paupérrimo estado de la red vial nacional, incluyendo la administrada por las municipalidades. 4- Y si realmente quieren hacer un bien al país, además de lo beneficioso que es cerrar CONAVI, entonces restablezcan los porcentajes de impuesto a los combustibles, y sus conceptos, derogados en el artículo 7 de NO SUJECION de esa ley 8114 y sometan la importación de los combustibles a los impuestos indicados originalmente en el CAUCA (Código Aduanero Uniforme Centro-Americano).

Por último, y por simple previsión ante futuro que tampoco se ve muy halagüeño, abran ese nefasto monopolio estatal representado por RECOPE y, también, deroguen el decreto ejecutivo No. 41578 emitido en la administración anterior de prohibición a la exploración y explotación de “combustibles fósiles”, léase petróleo y gas natural. El país demanda que estas dos últimas “sugerencias” se HAGAN, no que andemos con palanganeos mientras Costa Rica se está yendo por un caño. Alternativas hay, pero así como le piden al pueblo costarricense SACRIFICIOS, es hora también de la empatía y de concientizarse patrioticamente de que “el modo que se han venido haciendo las cosas” nos está llevando al abismo. Por lo tanto es incuestionablemente justo que nosotros, como pueblo, PODAMOS y DEBAMOS exigir que se hagan las correcciones necesarias para que DEJEN DE AFECTARNOS de la forma tan inmoral que lo han venido haciendo desde abril del 2001. El ejecutivo está en la imperiosa obligación de proponerle a la Asamblea Legislativa soluciones a este seriesísimo problema o, si fuese el caso, la Asamblea Legislativa proponer soluciones reales y realizables, no parches populistas.

¡¡Estamos HARTOS de soluciones parche y populistas!!

La verdad es que Costa Rica, o al menos este ciudadano, no puede seguir perdiendo tiempo aguantando declaraciones tan desafortunadas como las de este nuevo ministro de Hacienda, mientras que el país se hunde en un problema que, por codicia fiscal y hasta egoísmo político de sectores claramente definidos, no hacemos por donde AYUDAR a solucionarlos. Nos hemos convertido, lenta pero inexorablemente, en complices de la decadencia que nos agobia. ¡COMANSE LA BRONCA DE UNA SOLA VEZ, TAL Y COMO FUE PROMETIDO EN CAMPAÑA Y RAZON POR LA CUAL LES DI MI VOTO!