ORIGEN DE LAS CONVENCIONES COLECTIVAS

He leído en muchas oportunidades, que la culpa de la existencia de las convenciones colectivas en Costa Rica es del PLN. Está claro que el PLN tiene mucha culpa de lo que hoy acontece, pero definitivamente NO está solo en este espinoso asunto. En todo caso, este corto artículo que quiero compartir con ustedes no tiene como intención exculpar a nadie pero, por el contrario, dar luz sobre el hecho de que culpar NO SOLUCIONA NADA, solo hace más grande el problema.

Vamos a hacer un poco de historia: La primera convención colectiva firmada en Costa Rica lo fue en 1967 cuando el Sindicato Industrial de Trabajadores Eléctricos y de Telecomunicaciones (SITET) - que aún hoy día existe y goza de muy buena salud - firmó con el gobierno de don José Joaquín Trejos Fernández (1966 - 1970) la convención colectiva de la CNFL. Esta convención colectiva tiene el distintivo histórico de ser la primera que se negoció y firmó en Costa Rica.

Asimismo, durante ese mismo gobierno se negoció y firmó la convención colectiva de RECOPE en Diciembre de 1969, siendo aún RECOPE una empresa privada y en la que el Estado costarricense tenía solamente el 15% de las acciones. En 1974, cuando se compran la mayoría de las acciones de esta empresa a Allied Chemical por USD1.00 (un Dollar de US), el gobierno hereda también las obligaciones inherentes de la convención colectiva firmada en 1969 durante el gobierno de don José Joaquín Trejos Fernández.

O sea, el inicio de las negociaciones y firma de las convenciones colectivas se da durante un gobierno del Partido Unificación Nacional, génesis del partido político hoy conocido como Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).

Pero ahí no termina el cuento. El gobierno liberacionista que más combatió a los sindicatos fue el primero de Oscar Arias, tendencia seguida por su sucesor del PUSC Rafael Angel Calderón Fournier. Ambos gobiernos fueron denunciados ante la OIT por los sindicatos costarricenses. Y, además, fue durante la segunda administración de Oscar Arias que SINTRAJAP recurrió a la Sala IV para ratificar y restablecer su Junta Directiva liderada por Rolando Blair, la cual fue removida después de un movimiento político gestado desde la administración con tal de proteger y poder desarrollar la privatización de los muelles de Limón y Moín, lo que se logró con la construcción e la terminal de APM TERMINALS en Moín y su apertura a pesar de la férrea oposición de SINTRAJAP.

En fin... no se puede echar todo el peso de la culpa histórica a un solo partido político por las convenciones colectivas, así como tampoco se le puede alabar todo el mérito de combatirlas o de oponerse a los sindicatos tanto públicos como privados (sí, en Costa Rica hubo sindicatos en el sector privado - especialmente en el bananero - que fueron muy fuertes y virulentos también). Tanto el PUSC (o sus génesis) como el PLN han tenido una relación de amor-odio desde los 50s con los sindicatos nacionales y sus convenciones colectivas. Y el cuento continúa desde ese entonces.


El hecho es que NINGUNA administración, sea del PLN, PUSC, PAC o la actual puede usar la muletilla de echar culpas por desatinos y estupideces concedidos en el pasado a los sindicatos, ni a la hora de enfrentar los problemas de variada magnitud que resultan de las huelgas de estas organizaciones gremiales, principalmente aquellas organizadas a la sombra del Estado.

Esta es nuestra hora, nuestro escenario y nuestro momento histórico. Así que será nuestra entera responsabilidad el como resulte la obra... y mientras gestamos el desenlace, dejemos de culpar fantasmas que ya duermen el sueño de los justos (o injustos, si así lo prefieren).




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