MAS VALE PAJARO EN MANO QUE 100 VOLANDO

La verdad es que el diputado Francisco Nicolás no es santo de mi devoción, pero apoyo totalmente su proyecto de devolverle a los trabajadores el 30% del ROP. Ese dinero es PROPIEDAD de LOS TRABAJADORES, no de las operadoras de pensiones ni de la SUGEF.

¡Más vale pájaro en mano que cien volando!

Las pérdidas, indistintamente de como las llamen "ténicamente" son, incuestionablemente, REALES. Y tras de cuernos palos: nadie sabe cuando serán recuperadas, si es que alguna vez lo serán, NI nadie se hace responsable de la debacle.

Nos piden que nos atengamos al santo y no le recemos...

Los que se oponen a este proyecto son partes interesadas que usufructúan de esos fondos que, en términos generales, son "miles de miles de millones", como decía mi difunto abuelo materno. Y han manejado este seriesísimo probema de forma por demás oscura y rodeada de odiosos secretismos.

¡Tenemos derecho a que se nos explique de forma diafana que fue exactamente lo que pasó con nuestro dinero!

Hay personas con nombres y apellidos que, definitivamente, son responsables directos de las "escandalosas" pérdidas que han sufrido estos fondos, y deben de aceptar no solo su responsabilidad sino renunciar ipso facto si no es por su ineficiente manejo de estos fondos, al menos hacerlo por "decoro". La pérdida de confianza en "ella" y ellos por parte de los costarricenses es, sencillamente, descomunal.

Ese 30%, que cada vez es más pequeño pues las pérdidas se siguen acumulando, le permitiría al trabajador disponer - y hasta disfrutar en vida - de un dinero que a todas luces le pertenece pero que, debido al engranaje financiero-burocrático esquilmático que tenemos en este país, no se les quiere devolver.

Y tal proceder de oponerse a este proyecto por parte de las operadoras de pensiones y de la superintendente de la SUGEF y similares, es a todas luces una "canallada".

¡Mío, dijo el gato...!

Apoyo de forma total ese proyecto del diputado Nicolás y, también, que la fresa de la cúpula que ha admistrado esos fondos, renuncie aunque sea por vergüenza. Simplemente, y para decirlo de una forma directa y sin pelos en la lengua, el fracaso de sus gestiones - inclusive si es por omisión - es una profunda y dolorosa herida en los intereses de los trabajadores costarricenses.

¡Y eso es total, completa y absolutamente IMPERDONABLE!