LA MASCARA DEL ZORRO

Esa máscara - la original - era negra y le cubría desde la nariz hasta la frente del héroe que luchó contra las autoridades coloniales españolas que, aún en 1820, dominaban el futuro estado de California. Por cierto, la historia de California es bastante interesante pues en su territorio, que no se integró a la Unión Americana, o sea Estados Unidos, sino hasta 1848 por el Tratado de Guadalupe Hidalgo (con el cual México perdió la totalidad de lo que hoy son los estados de California, Arizona, Nevada, Utah y parte de Colorado, Nuevo México y Wyoming; y México obtuvo una compensación de 15.0 millones de USD), también hubo asentamientos rusos (Nueva Sebastopol) y, aunque no lo crean, el corsario argentino Hipólito Bouchard tomó la ciudad de Monterrey e izó la bandera argentina durante 16 días... Esta historia tan interesante de California merece, algún día, un artículo aparte.

El asunto es que la máscara del zorro era negra y hoy, durante esta pandemia del COVID-19, han aparecido - entre muchos colores y multicolores - mascarillas protectoras de este color que, precisamente, las llaman "máscaras del zorro". Y, como todas las mascarillas que por protección debemos de usar en estos días aciagos, cumple una función bastante diferente de aquella para la cual fue creada por los estudios de Walt Disney en la década de los años 50s del siglo pasado: No es para ocultar el rostro de héroes forajidos, sino para protegernos y proteger a los demás del contagio.
Por cuestiones de trabajo, he visitado China en 4 oportunidades: 2002, 2004, 2008 y 2011. Las visitas del 2004 y 2011 fueron posteriores a contagios masivos que hubo no solo en China, sino en Asia y, en general, en amplias zonas del planeta. La que más atrajo mi atención fue la del 2011 pues todo el mundo aún usaba la mascarilla, usaban la mano NO dominante para actividades tan sencillas como el abrir puertas y, aunque solo lo vi un par de veces en Hong Kong (y la verdad es que no me expliqué ni pregunté la razón en ese momento), usaban palillos de dientes para oprimir el botón del piso al que querían subir en los ascensores. Pero el común denominador, el dominante, era uno en particular: EL USO DE LA MASCARILLA.
Para los países asiáticos (China, Corea, Japón, Singapore, Vietnam, Taiwan, etc.) el uso de la mascarilla frente a un brote epidémico es, sencillamente, COMPULSORY, o sea "OBLIGATORIO". Y durante la actual COVID-19 no ha sido la excepción y no lo será en las futuras. Es más, en Beijing, el uso de la mascarilla es una necesidad no solo durante brotes epidémicos, sino que también lo es debido al alto nivel de contaminación ambiental que sufre y ha sufrido la capital de la moderna República Popular China. En otras palabras: en esos países y en China en particular, el uso de la mascarilla - sea negra como la del zorro o del color que sea - es un asunto que se toman extremadamente en serio. He ahí la razón del asombro, y hasta del enojo, mostrados por el contingente chino que llegó a Italia a ayudar durante el desarrollo de esta pandemia en ese (tan querido) país: no las usaban masivamente, especialmente considerando el altísimo nivel de contagio que se presentó en la Patria de Leonardo da Vinci.
Y más asombro causa, al menos a mí, que la OMS y, por supuesto, nuestras autoridades sanitarias/salud NO RECOMIENDEN, o mejor dicho, NO EXIJAN el uso de la mascarilla durante esta pandemia que nos está afectando, uso que NO debe de sustituir otras medidas ya impuestas a la población como el lavado frecuente de manos con agua y jabón, distanciamiento social, cuarentenas, restricciones de tránsito, etc. El uso de la mascarilla es complementario, pero - al menos en mi opinión personal y basado en todo lo que he visto y leido - OBLIGATORIO. Y por favor, tengamos en cuenta que su uso es para protección mutua y NO dejemos que el mismo nos inculque un falso sentido de seguridad o de que, por usarla, somos invulnerables.
Al fnal de cuentas, hasta aquellos que no las recomiendan, terminan usándolas. Es una cuestión de simple sentido común (muy raro en nuestra especie, después de todo) el usarla para protegernos y proteger pues la mascarilla protege tanto al que la usa como al prójimo.
¡USEMOSLAS!

Publicado en Facebook el 10 de abril del 2020.








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