SIRIA Y SU TRAGEDIA

Los intereses comunes Irán/Qatar terminan en compartir el yacimiento más grande del mundo de gas natural y de otros condensados: el South Pars/North Dome (1/3 Irán y 2/3 Qatar) localizado en el Golfo Pérsico a 3000 metros bajo la superficie del suelo marino.

Para poder llevar esas enormes reservas al mercado europeo, principal comprador, Qatar propuso en el 2009 construir un gasoducto vía Arabia Saudí, Jordania y Siria hasta Turkía. Pero, el presidente sirio Bashar al-Assad se negó a firmar dicho acuerdo, presionado por la parte más afectada en la transacción: Rusia. Al mismo tiempo, y aprovechando las circunstancias, Irán propone construir un gasoducto Irán-Irak-Siria hasta el puerto sirio de Latakia y, de allí, a Europa via el Mediterráneo. La propuesta de Irán fue aceptada por los países en tránsito Irak-Siria y los acuerdos fueron firmados en el 2011 para iniciar la construcción en el 2012 y finalizar la misma en el 2016.

Pero... llegó la Primavera Arabe a Siria en Marzo del 2011 y, con ello, el conflicto.

Detrás de los movimientos de la Primavera Arabe en Siria está Qatar y su cadena noticiosa global Al Jazeera, esto con la clara intención de desestabilizar el gobierno sirio, sacar a Bashar al-Assad del poder, imponer un gobierno "amigable", derogar el acuerdo del gasoducto iraní y, por supuesto, construir el suyo. La intervención de Qatar en desestabilizar el gobierno sirio los llevó directamente a enfrentar a Irán dado que Siria es un aliado cercano de los iraníes; y es la ruta de suministros del Hezbollah (grupo pro iraní) y de otros grupos alineados a Irán que combaten tanto en Siria como en Yemen. La presencia de Irán, y ahora rusa, en Siria se ha fortaleciso exponencialmente, a como se ha fortalecido también su alianza. Además, después del levantamiento del bloqueo a Irán y la firma del acuerdo de suspensión de su programa nuclear, Irán y sus enormes reservas de gas y petróleo están disponibles en el mercado global.

Para los rusos es preferible un gasoducto iraní que uno qatarí, pues consideran más factible el poder influenciar el precio del gas en Europa negociando con los iraníes. Esto les permitirá mantener presencia dominante en ese mercado. Saben perfectamente que con el gasoducto qatarí sus posibilidades de mantener una presencia dominante en el mercado europeo se verían seriamente reducidas, mientras que con el iraní las probabilidades son más viables. Rusia preferiría, sobre todo, que NO hubiera ningún gasoducto vía Siria, pero de tener que negociar para alcanzar una salida política al conflicto sirio, Rusia se quedaría con el gasoducto iraní, NUNCA con el qatarí.

Es obvio que, en este momento, la posición iraní y rusa en Siria es mucho más favorable que la que tiene Qatar y los otros actores, no solo por la alianza ruso-iraní-siria, sino por el enorme apoyo financiero, logístico y militar que ambos (Irán y Rusia) le suministran al gobierno sirio. Bashar al-Assad NUNCA firmaría un acuerdo con Qatar para construir el gasoducto propuesto por ellos. Bashar al-Assad, otrora con relaciones cordiales con Qatar, sabe quien ha estado detrás de esta tragedia y quienes han sido sus aliados. He acá la principal razón por la cual ni Rusia ni Irán están de acuerdo en la salida de Bashar al-Assad del gobierno en Siria.

Qatar, con el apoyo saudí, la OTAN (UE), en menor medida Turquía y, sobre todo USA, ha seguido invirtiendo para mantener su lucha y así obtener ese paso geográfico que le es vital para hacer llegar su gas natural al mercado europeo. Para la UE es determinante el poder contar con suministro de gas a precios competitivos para no depender de forma tan evidente del gas ruso. Para USA la victoria de los qataríes (y de los saudíes) es importante para balancear la influencia de Irán, y obviamente de Rusia, en la región y, también, para que la UE obtenga un nivel importante de independencia del gas ruso. Y para Rusia, que preferiría que no hubiese ningún gasoducto para así seguir controlando el mercado europeo del gas natural, lo importante al final de cuentas es que, como mínimo, se construya el gasoducto propuesto (y ya FIRMADO) por los iraníes.

Se refuerza, entonces, la tesis original de que en Siria el escenario real del conflicto es, esencialmente, geopolítico, geoeconómico y geofinanciero. Así mismo, hay intereses muy poderosos de las potencias regionales Irán, Arabia Saudí y Turquía. Las justificaciones originalmente esgrimidas por la Primavera Arabe en Siria son, de hecho, futiles y solo han servido de excusa para desencadenar un conflicto trágico que ha despedazado a un país: Siria.

Publicado en FACEBOOK el 10 de abril del 2017.